Tenía un pensamiento recurrente y preocupante en mi cabeza: ¿Cómo les contaba a mis amigas que en menos de un mes tenía que regresar a Perú, pero esta vez para quedarme a vivir? Uno de mis mayores miedos en esta nueva etapa era quedarme sola. Siempre he sido muy tímida. Entablar relaciones nuevas me ha costado un montón, tanto, que mis mejores amigas (con quienes tengo un lazo que va más allá de lo inexplicable) las hice de grande, producto de que se acercaban a mí tratando de entablar conversaciones de lo que fuera […]
‘El pañal siempre caerá por el lado de la mierda’, me dice Martín, haciendo su propia versión de la ley de Murphy mientras termina de limpiar el poto de uno de nuestros bebitos. Se le acaba de caer un pañal con caca al suelo y ha ensuciado un poco el parqué de nuestro cuarto. Estallamos en risas […]
Mi viejo decía que aquel Hillman del 64, en el cual me esforzaba por llegar a los pedales, era mi carro. Por eso se esmeraba por inculcarme todo lo referente a la conducción. Me hacía llevar el timón sentado en sus piernas y me enseñaba algunos insultos para liberar el estrés. A mi mamá no le hacía gracia que un mocoso de tres años empezara a putear a quien le cerró el camino, o a aquel que no avanzaba ante una luz verde. […]
Estaciono. Apago el motor. Trato de salir del auto, pero las piernas me tiemblan. “Necesito un trago” pienso. Alzo la vista y aparece ante mí, como si de una enorme ola se tratase, ese edificio ancho y despintado, de pocos amigos, luces pálidas y almas deambulando. Los fantasmas que asoman por sus ventanas me miran. […]
Me encontraba en un dilema: escribirle o no. Una parte de mí moría por hablarle y decirle lo mucho que lo extrañaba y me hacía falta, mientras que otra parte sabía que humillarme de esa manera no era correcto. Habíamos terminado, sí, pero no por mi culpa. Yo no hice lo que él hizo, ni le di motivos para que dudara de mi confianza. En conclusión, quien la había cagado era él […]