RELATO PARTICIPANTE DEL CONCURSO «CARTA AL PERÚ»
INDICACIÓN AL LECTOR: Publicamos los relatos sin editar, tal y como los recibimos.
Lima 30 de julio de 2021
Sra. Patria.
Mi amado Perú, patria adorada, mi corazón te di en el momento que nací. La magia de la esperanza hará realidad la esplendidez de nuestro Perú, heroico y combativo por siempre. La vida está hecha de sueños, unos realizables y otros atrapadas en el tiempo.
Patria mía; He vivido tanto, he recorrido tantos caminos, he visto a mi Perú en plena destrucción, arruinado, pero su gente valiente y aguerrida con trabajo supo revivirla.
Este país fue construida piedra a piedra y en sus corazones plantaron la idea de amor y libertad que están escritos en su historia, estas, subieron a las estrellas y bajaran de colores en nuevas generaciones con alegría , esperanza, dignidad y fe… este fuego fue atizado y forjado en oro y plata de las entrañas de los Andes… Se convirtieron en piedras preciosas en el espíritu de los pueblos, el sufrimiento hizo templar el alma y descargar la rabia de los pobres, quienes dan miles de pasos seguros para llegar triunfantes para combatir las lacras que corroen tu vientre. Ellos resurgirán de todos los rincones de los ignorados, olvidados, marginados y oprimidos.
Los semilleros se elevaran en un equilibrio perfecto de largas y sinuosas rutas de la vida, asumiendo desafíos, ellos pintaran un lienzo con alegría a un futuro diferente y digno.
Las siembras de la maldad y cizaña no serán afectadas en la mente y el corazón de nuestras nuevas generaciones, con ellos florecerá y dará fruto a una nueva vida de paz, amistad y confianza.
Casitas enclavadas cerca al nevado, los apus y lagunas celadoras de fantásticas leyendas y mitos, creencias y veneración. Las sinuosas curvas rodeando los imponentes nevados, donde el viento silva helado, curtiendo la piel de los niños, los niños de la sierra sus rostros como manzanas maduras, pies descalzos y cuarteados como los surcos de la tierra, tus hijos de la selva que corren libres en el bosque espeso, gozando y cuidando tu naturaleza, el niño de la costa mirando tu inmenso mar y jugando en las arenas de tus extensas y bellas playas. Las madres alimentando el fuego donde hará los alimentos del día, unas eficientes profesionales, otras trabajando en oficios diversos, todas encienden en el corazón de sus hijos el amor a su patria y a la naturaleza, avivan el coraje de defenderla por siempre. Ellas también cosechan la esperanza de sus hijos forjándoles un mundo mejor. Los oficios o profesiones adquiridos por tus hijos servirán para aumentar tus riqueza, tu eternidad, solo para enaltecerte tierra amada.
El Perú un pueblo de luchas y victorias, eres mi inspiración, para seguir viviendo en un país donde reine la unión, la conciliación, la ayuda mutua hermanados en lo bueno y lo malo, siguiendo el camino al desarrollo y grandeza de sus pueblos.
Al contemplar tus playas la inmensidad de tu mar, la riqueza que la contiene, tus Andes depositarios de riquezas escondidas en tu subsuelo, tú extensa y verde selva y decir con mucho orgullo… ¡Soy Peruana! Y soy feliz.
Después de largas ausencias, tocar tus tierras es como llegar al paraíso, tú tienes tanta juventud y niñez como arenas en el mar y como gotas de lluvia de vida, que pululan como mariposas en busca de miel, también veo con tristeza la poca oportunidad de otros de conseguir sus anhelos, pero, la herencia de nuestros incas indómitos y de altiva frente, demuestra la fortaleza de su raza, avezado y corajudo. Te digo Perú, ellos te sacarán de las guerras, la desolación y el olvido. Ruego a Dios que tus hijos perdidos en la deshonestidad sean iluminados por la razón y no te sigan haciendo daño. Ellos enderezaran sus caminos, pues tú eres su madre.
Por los héroes que un día derramaron su sangre en los campos de batalla, luchando dignamente para conseguir la libertad ante el yugo exterior e interior.
El dolor de tus hijos ante los desastres naturales, sociales y la adversidades, no se amilanaron, por el contrario, con ardua misión supieron salir a flote, siempre, a través de los siglos, demostrando su espíritu fuerte, saliendo airoso por ti y amor a su familia. Los niños y jóvenes darán sangre nueva en tus rojas venas comprometidas, lista para defenderte ante cualquier amenaza y peligro. Pues, eres la madre que los cobijó, educó… todos somos uno en la lucha para interceder a las causas justas…
Las promesas en huesos descarnados de los pobres, ellos masticando el polvo de la decepción y el olvido, resurgirán heroicos de la nada, cual Amarus elevándose de los lagos, demostrando su magnificencia y poder al infinito. Mientras otros lucran con su hambre, su sudor y su dolor, serán cautivos de su propia escoria, quienes sortearon las oscuras hendiduras de la corrupción, del deshonor y el egoísmo sufrirán el escarnio. El pueblo se mantuvo emborrachado con palabras prometedoras, zalameras, ensueños que solo causaron más dolor y decepción. La fetidez del corrupto, corroe como el cáncer en las mentes del pobre que sostiene su cuerpo con trabajo honesto y firme, ellos matan el hambre del cuerpo y del alma con esfuerzo y pundonor e irán libres con su miseria rumbo al progreso de sus pueblos.
Las páginas amarillas aquellas que dejaron en los campos de batalla nuestros héroes. Los libros de la historia son entrelazadas con blancas páginas que serán escritas por futuras generaciones, son pétalos al viento que giran en silencio, atrapando centenares de años en sus hojas, son millones de palabras encendiendo corazones con el gran amor patriótico.
Las tejedoras de la memoria, enlazan y unen eslabones tras eslabones con cadenas y puntadas de vida, puntadas rotas y resanadas con colores y hebras de rayos de la luna y sol, manos poderosas que sacaran a nuestro amado Perú de la deshonra y la enfermedad. Enhebremos la historia con hilos oro y plata, con soles y estrellas, y listo para renovarse.
Elevo mis brazos al cielo clamando por gente capaz que te gobernará con sabiduría, que sabrán cuidarte ensalzarte, sin luchas intestinas ni actos infames.
El futuro será armar verdades, restaurar sueños marchitados, revivir muertos mil veces y resurgir en pensamientos de progreso, equidad y paz, eso nos corresponde a todos, más aun a los niños y jóvenes, a la sangre nueva que regará tus campos y esparcirá tu desarrollo por donde vaya…
Mi corazón sigue latiendo fuerte y decidida para auxiliarte, hasta que la pachamama me cubra con sus cálidos brazos para siempre.
Patria mía, renovaré el juramento que desde niña me comprometí: amarte, resguardarte y honrarte en todo momento y cubrirte de flores para siempre.
Tú nos das el impulso vital para mantener nuestra identidad, nuestros logros, y hacer de tus tierras un refugio de amor, paz y esperanza.
Cantemos a nuestra patria A su pasado, su presente y porvenir A su juventud que reverdece Los campos floridos. Cantemos a nuestra patria Dios te salve patria mía Milagrosa madre De amoroso canto…
Te amo Perú, soy la hija que me acogiste con generosidad, por primera vez vi tu cielo limpio y estrellado, tus campos fecundos, tu inmenso y rico mar, tus cumbres nevadas, tu frondosa y rica selva. Todo te debo a ti, generosa tierra, que Dios me permitió para nacer y vivir cobijada en tu regazo.
Te amo Perú, te quiero bella, libre y feliz. Somos tus hijos que gritaremos siempre ¡LIBERTAD Y JUSTICIA PARA UN PERU GRANDE Y HERMOSO!
Autora: Etelvina Llanos Oliveros.