RELATO PARTICIPANTE DEL CONCURSO «CARTA AL PERÚ»
INDICACIÓN AL LECTOR: Publicamos los relatos sin editar, tal y como los recibimos.
Estoy a punto de tomar un avión destino incierto, y quiero contarle sobre ti a todos los que pisen tu suelo en un futuro. Quiero que sepan de tus carreteras en los andes, algunas fáciles de transitar y otras con grietas por el paso del tiempo y los climas extremos, he conocido tus lagos, tus ríos y tu mar, y tu gente de todos los colores.
Que sepan que cuando hablamos de magia, tenemos innumerables rituales que podrían considerarse los más místicos que se han escuchado, el ritual más sencillo de los peruanos es sentarse a la mesa a disfrutar tus deliciosas comidas, ritual que muchas veces culmina con un: “Está buenazo”.
Me gustaría contarles que he despertado con todo tipo de paisajes, en Arequipa mirando el Misti llenando mis días de fuerza, en Tumbes con el mar recordándome que su esplendor viene de muchos ríos, la majestuosa selva rodeada de árboles y sonidos de aves en mi nido temporal una casa de madera donde me volvía una con la selva.
Ojala sigan existiendo en el futuro grandes artesanos como los que he conocido, las mujeres que bordan figuras increíbles únicamente inspiradas en las visiones de una sesión de ayahuasca, que los artesanos del cuzco sigan honrando nuestra cultura a través del uso de los tintes naturales y las formas de los dibujos.
Quiero que con el paso de los años quienes recorran tu suelo, se crucen con todo tipo de guías, los expertos en la historia de tus muros preincaicos, los que conocen de plantas , y con los apasionados por solo caminar hasta llegar a la cima de una montaña o a un precioso lago.
Ojalá que sepan que cuando se viaja en diferentes etapas la vida, la perspectiva cambia que se puede disfrutar un viaje de adolescencia con amigos o familia, de universitario con el dinero suficiente para ir a bailar y de adultos pudiendo elegir con quien ir, donde dormir y que comer porque los viajes se pagan con tiempo de trabajo.
Mientras sigo esperando en la sala del aeropuerto para una nueva aventura en tus tierras, pienso que no me gustaría ver más sufrimiento en mis viajes, ni niños descalzos , ni personas que no sepan leer o escribir, ni basura en tus mares, ni tristeza en los ojos de un anciano.
Y pensar que vivo en Lima la gris , esta ciudad con cielo color panza de burro, tiene la mezcla de todos los lugares que he visitado, solo hay que eliminar un poco la densidad y estrés de la gente, a veces pienso que nos tocó un cielo así porque no tiene sentido despejarse si todos caminamos apurados o mirando una pantalla de celular, por eso las nubes toman revancha y no nos dejan ver el sol .
Si Lima hablara, contaría todas las raíces que tiene su gente, en mi caso mi familia materna me enseño sin conocerlos desde niña a amar los andes, primero a través del estomago con los pancitos de maíz , el dulce de calabaza, y el sancochado, me contaban historias de iglesias fantasmas, despertarse con el sonido del rio o cabalgar en medio de la sierra.
Amado Perú solo tu entiendes como curar la tristeza mas profunda, nos muestras paisajes que el cerebro no puede ver como reales y nos abrigas con tus sonidos de rio, aves y nos alimentas con una sopa caliente.
Ayer recordaba que nunca me he decepcionado de ninguno de los viajes que he hecho en ti, siempre he conocido gente amable que me ayudaba a encontrar un camino físico o espiritual, que me ofrecían un plato de comida suntuoso o simple pero cálido, y que donde despertara no había cámara que pudiera capturar lo que mis ojos estaban viendo.
Ha habido días de terror en los que quería dejarte porque el pasto siempre es mas verde en el jardín del frente, porque el océano atlántico es más cálido que el pacifico o simplemente porque la educación de otros países no entrega el destino de un país a cualquier gobernante, pero aquí estoy haciendo patria, rompiéndome el lomo trabajando todos los días más de 8 horas porque si nací aquí fue porque mi alma así lo decidió.
No se si moriré en ti, pero me gustaría saber que hice todo lo posible por agradecerte todas y cada una de las alegrías que me hiciste vivir.
Te amo Perú.
Autora: Annie Rubín de Celis.