Con esta carta de Carolina te invitamos a realizar el ejercicio de escribirle a tu ‘yo del pasado’ y a tu ‘yo del futuro’. En este relato la autora nos habla de todos los aprendizajes que atesora.
Hola,
Aún eres pequeña, inexperta y mantienes mucho guardado dentro de ti. Quizás no te parezca posible, pero eventualmente aprenderás a soltar. Es importante que te mantengas en el presente y no revises el pasado a cada rato. Las personas no son perfectas y tú tampoco, eso está bien. No te preocupes de tantas cosas. Disfruta tu niñez e intenta salir un poco más, porque es en el mundo real donde uno realmente vive.
Inspírate, sonríe, sueña, no hay límite.
El camino que recorrerás será un tanto espinado, pero conocerás personas muy importantes que estarán a tu lado en el futuro. Aprenderás mucho y tomarás un nuevo rumbo, el cual no creías posible. Porque sí, la vida da muchas vueltas y necesitas ser flexible para adaptarte. Los problemas no son eternos, tarde o temprano se solucionan.
Ten paciencia con tus padres, recuerda que ellos también tienen traumas y problemas propios. Esto los hace grandiosos, pues a pesar de sus experiencias pasadas han logrado darte todo. No podrías tener mejores padres que ellos.
Atesora a todas las personas que conoces y toma muchas fotos. Quizás no te guste aún cómo luces, pero créeme, tener un recuerdo de tus familiares y amigos es mucho más importante que cualquier complejo. Así podrás recordarlos mejor.
«Aprenderás mucho y tomarás un nuevo rumbo, el cual no creías posible.»
Tu hermano no te va a odiar toda la vida, llegará el día en que ambos maduren y logren comunicarse. Tomará tiempo, muchas lágrimas y malos consejos. Puede que una parte de esa relación nunca pueda repararse, pero está bien. Mantener la cordialidad será suficiente.
Disfruta y cultiva tu imaginación, que no tiene límites. Escribe y dibuja todo lo que puedas.
Sin nada más que decir por el momento, nos leemos.
Tu yo del futuro.