Carmen Ollé: «Yo no adopto identidades, me siento más cerca de mis ancestros mamíferos primates, me encanta sentir que soy como ellos»

Carmen me dice que está bien, contestará las preguntas que envío en un archivo de Word, porque lo del Zoom no va con ella ‘No me interesa esa vía, quiero volver a la vieja normalidad’ me dice por el Facebook chat. Así, honesta y directa como sus respuestas, la voz de Carmen se siente clarito sobre el papel virtual. Estamos más que felices de tener las ideas de tan importante escritora en este archivo. Si aún no la conoces, después de leer este test querrás abrazarla.

Imagen de cabecera: composición sobre detalle de portada de la revista ‘Martín’.

¿Para qué escribir en estos tiempos?
Esta pregunta no ha lugar, incluso después de todos los genocidios, las personas —con fama de escritores o no— necesitan expresarse, sacar la merde de adentro, limpiar la casa, si no lo hacen morirán envenenadas. Sea lo que fuere en torno a la verdad sobre si fue Ana Frank o su padre quien escribió el diario, imagina el estrés dentro de un escondite como ese en plena amenaza nazi. Y también Irène Némirovsky, se escondía debajo de un árbol para llenar páginas y páginas de lo que sería su novela sobre la invasión nazi a Francia: ‘Suite francesa’, felizmente recuperada por sus hijas.
En las favelas brasileñas, jóvenes de talento dejan los rastros de una vida llena de escombros y tropiezos a través de la escritura y de la música callejera o de los grafitis.

¿Cuándo a mano y cuándo en el teclado?
La verdad que desde que escribía a máquina mecánica y ahora con la PC, no puedo escribir a mano nada claro, ni la lista del mercado, pues mi pensamiento corre más veloz que mi vieja y trajinada mano, ocupada en cosas domésticas.

Una escritora es…
Yo no adopto identidades, me siento más cerca de mis ancestros mamíferos primates, me encanta sentir que soy como ellos, aunque ya no tenga los dientes de sable para comer carne cruda. De hecho, cuando era adolescente probé carne cruda, estaba más cerca de mis antepasados homínidos, no quiero ser un robot, no quiero ser nada ni nadie como en el verso de Pessoa, y sin embargo tengo en mí todos los sueños del mundo.

Una escritora no es…
Si no adopto identidades no te puedo decir qué no es, pero sí afirmar que todos los seres humanos, hombres y mujeres, deberían pensar menos en ellos mismos y más en los otros seres vivos que tienen también derechos.

«Las personas —con fama de escritores o no— necesitan expresarse, sacar la merde de adentro, limpiar la casa, si no lo hacen morirán envenenadas.»

¿Inspiración o disciplina?
Ambas son imprescindibles. La inspiración también se la conoce como disparador en esta época, pero sigo pensando que es una iluminación brusca que debes atrapar sin vacilar, y luego seguir adonde te lleve el hilo narrativo o el poema. Después, vaciar todo en una cubeta y darle vuelta para ver cómo funciona mejor. En el caso de los poemas —no sé por qué razón— pero cuando lo que has escrito lo pones de cabeza funciona mejor, es un misterio, quizá porque el enigma —que es la base— se esconde involuntariamente. Con la narrativa, pues encontrar el inicio también buscando la mejor manera de crear la expectativa del lector o lectora, a veces el azar y la contingencia hacen lo suyo. Así se originó la vida.

¿Dónde sueles escribir?
Antes de la pandemia me encantaba hacerlo en las cabinas de Internet, en Barranco había una tranquila, la cosa era salir de casa, caminar, estar lejos de la rutina doméstica, de las llamadas por teléfono celular, felizmente este se malogró y no creo volver a tener otro, me tensa mucho.

Su novela más reciente fue publicada el 2019.

¿Qué conservas de tu ‘yo niña’?
Aún tengo muchas historietas, cómics o chistes como los llamábamos antes, sobre vidas ilustres, vidas ejemplares, epopeyas, etc. Me encanta leerlos y cuando encuentro en una feria alguno antiguo lo compro de inmediato.

¿Verso o prosa?
Ya no doy una puntada con el verso, en cambio, me encanta la prosa, pero leo con mucho placer poesía griega, latina, medieval, expresionista y hasta contemporánea, siempre que me remueva las entrañas.

«La inspiración también se la conoce como disparador en esta época, pero sigo pensando que es una iluminación brusca que debes atrapar sin vacilar, y luego seguir adonde te lleve el hilo narrativo o el poema.»

¿Qué te gusta de tu ‘yo escritora’?
Si algo me gusta es enganchar con un lector o lectora que lea lo que escribo de la manera que le dé la gana, si quiere de cabeza.

¿Si mañana todo se termina?
No sé si mañana, puede ser, pero de que se terminará no lo dudes, el universo hará crac en algún momento. Si no hubiera estudiado para profesora me habría encantado ser astrofísica.

Carmen Ollé
Carmen Ollé

Estudió Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado los libros de poesía «Noches de adrenalina» (1981) y «Todo orgullo humea la noche» (1988); los libros de relatos «¿Por qué hacen tanto ruido?» (1992) y «Monólogos de Lima» (2015); y las novelas «Las dos caras del deseo» (1994), «Pista falsa» (1999), «Una muchacha bajo su paraguas» (2002), «Retrato de una mujer sin familia ante una copa» (2007), «Halcones en el parque» (2012), «Halo de la Luna» (2017) y «Amores líquidos» (2019). Profesora de talleres de escritura creativa y conferencista en centros y universidades culturales nacionales e internacionales.

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