Juan Manuel sentía su cabeza estallar por en poco tiempo que había dormido. Tenía esa obstinada costumbre de hacer su equipaje horas antes de partir. Como todas las veces, pensó que le tomaría solamente un par de horas, pero no fue así, terminó haciéndose un mundo, y es que tomar decisiones de manera espontánea era algo que aún no había podido alcanzar. “Este sí… uhm… este también. No, mejor no. ¿Y si hace frío? Está bien, también lo llevo”. […]