Poeta, artista visual y una mente lúcida dentro del panorama de la poesía joven peruana, Katherine Medina nos responde desde la cuarentena en su natal Arequipa y, como siempre que la leo, una sonrisa de satisfacción se dibuja en mi pensamiento porque sus palabras son brújulas sincronizadas y sus versos, hechizos y conjuros para mantener la esperanza.
¿Para qué escribir en estos tiempos?
La escritura es un arma contra la tristeza. Es una manera de decirle a la vida que seguimos aquí, que resistimos. Sea el tiempo que fuere la escritura es y será un acto de rebeldía, una de las muchas maneras que existen para volcar nuestros pensamientos, deseos e inconformidades hacia fuera.
«Una escritora es una cigarra que surge de entre los escombros cuando menos se lo esperan»
¿Cuándo a mano y cuándo en el teclado?
Amo escribir a mano, aunque mi caligrafía es terrible y soy algo torpe, termino manchando con tinta el papel, el cuaderno o la libreta. Las letras escritas a mano son más bellas, ¿te has dado cuenta que si escribes varias emes (m’s) parecen elefantes tomados de sus trompas? mmmm…. Escribo a mano cada vez que puedo, pero sobretodo las cosas personales: mi diario, algunas cartas y los poemas, aunque estos últimos los termino en la computadora.
Una escritora es una cigarra que surge de entre los escombros cuando menos se lo esperan; y un pequeño gorrión o una liebre que no puede permanecer en el mismo lugar por un periodo prolongado de tiempo.
Una escritora no es una servidora pública, una alcaldesa, una oficinista resignada, alguien que trabaje para un ministerio, alguien que siga órdenes.
¿Inspiración o disciplina?
Ambas y a la vez ninguna.
¿Dónde sueles escribir?
En donde las ideas me cojan.
¿Qué conservas de tu ‘yo niña’?
Los hoyuelos, las cejas pobladas, el olor de los tomates recién cortados del huerto de mi abuelo, la vieja edición de los cuentos de los hermanos Grimm. La esperanza.
¿Verso o prosa?
Las barreras de ambas se han desdibujado hace mucho tiempo. Yo escribo mayormente en verso, sin embargo, a veces me seduce la prosa.
¿Qué te gusta de tu ‘yo escritora’?
Cuando escribo, al igual que cuando pinto me olvido de lo que sucede alrededor, me siento serena.
¿Si mañana todo se termina?
No pasa nada. Pude comer un trozo de pastel de zanahoria, conversar con mis padres, llegar a casa y quitarme las botas, charlar contigo, tomar una siesta sobre mi almohada de chanchito, babearla un poco y tomar una taza de té de moras. ¿Qué más puedo pedir?