Ponernos en los zapatos de nuestra mamá y describirnos. ¡Vaya tarea! ¿Qué será lo que para el autor su mamá piensa de él? ¿Qué crees que piensa tu mamá de ti?
Lo vi cada día de su vida, pero desde que se fue son un par de llamadas a la semana y agradecerle a Dios si es que se digna a venir. Lo peor es que, cuando discutimos, siempre me paso de la raya y termino sacándole en cara cosas que ni son su responsabilidad. ¿Será porque soy psicóloga? Casa de herrero, cuchillo de palo.
Solucioné problemas de muchas personas, pero a mi hijito querido le he dado de alma mentalmente toda su vida. Menos mal que es fuerte, eso creo. De lo contrario, no sería como es ahora. Si he creado traumas, seguramente han sido traumas positivos… ¡¿Traumas positivos?! ¿De qué estoy hablando? Ya empecé a razonar como él. Buscando lo positivo siempre, a veces hasta forzándolo. Todo por no iniciar una confrontación, lo cual es muy práctico, pero también ocioso.
«Siempre dice que algún día viviremos otra vez todos juntos. Encontrará un terreno en donde podamos construir dos casas juntas, una al lado de la otra, pero totalmente independientes. Tendremos un ambiente común, con una terraza y un gran sillón con un gran televisor»
Ese muchacho es ocioso porque nació domingo, y porque en algún momento de su vida le ocurrió algo que lo hizo quedar atrapado por siempre en su etapa de juego. Podría ser el hecho de que lo hice repetir inicial. O de que no me di cuenta de su déficit de atención. Si es así, entonces debo aceptar que soy algo responsable por su forma de ser. Algún día se lo reconoceré. Él solito se dio cuenta del TDA (Trastorno de Déficit de Atención), mientras que yo lo trataba de forma muy estricta para que realizara todas sus responsabilidades. Eso es algo que me dio mucha pena. Creo que se dio cuenta de mi rostro afligido cuando llegó con la noticia, pero se empezó a reír como un loco. No quiso hacerme sentir mal, y en realidad le dio mucha risa. “Ma, no entiendo cómo me hiciste hacer todo esto si la mitad del tiempo no estuve prestando atención… ¡Eres una genia!” fue lo único que me dijo. Ahí entendí que quizás lo criamos medio forzado a una vida académica. Pero por lo menos le llegó siempre el amor, el cariño y todos los valores que pudimos darle.
No creo que sea malagradecido cuando no llama ni aparece. Es hijo único y está acostumbrado a estar solo. De niño se aparecía solo cuando necesitaba algo, si no, estaba siempre encerrado en su cuarto. Si le digo todo eso es porque lo extraño mucho. Porque ya no podemos verlo siempre. Realmente creí que sería mucho peor cuando tomó la decisión de mudarse. Me daba mucha pena, pero sabía que era lo correcto. Siempre dice que algún día viviremos otra vez todos juntos. Encontrará un terreno en donde podamos construir dos casas juntas, una al lado de la otra, pero totalmente independientes. Tendremos un ambiente común, con una terraza y un gran sillón con un gran televisor, para ver películas juntos o tan solo para echarnos a leer todos uno al lado del otro. Pero eso será después. Primero que se case. ¿Cuánto tiempo lleva con Nicole? Ya es hora, pero no sé cómo decírselo. Ya quiero nietos. No quiero ser una viejita cuando lleguen. Quiero poder jugar con ellos, cargarlos, secuestrarlos. Ya no puedo contarle hasta dos, sino lo haría. Él ya superó hace mucho esa etapa de nuestras vidas.