Imagen: Diario El Comercio No es este tu país porque conozcas sus linderos, ni por el idioma común, ni por los nombres de los muertos. Es este tu país, porque si tuvieras que hacerlo, lo elegirías de nuevo para construir aquí todos tus sueños. Tomado del poemario Cabellera de Berenice (1990)
Un hombre que quiso ver esa exhibición atrapó un perrito en la calle y lo llevó al parque. Lo dejaron pasar, y echaron al animalito al león para que se lo comiera. El perrito se encogió en un ángulo de la jaula con el rabo entre las piernas. El león se acercó a él y […]
Le escribo al Perú, sintiéndome tan parte de él, arraigada en sus paisajes perfectos, sinuosos, encantadores; su historia fascinante plagada de sometimiento, a la vez de mucho coraje y lucha, en pro de la libertad; su gente conocedora de su riqueza, espera siempre con los brazos abiertos compartiendo lo que tienen en la mesa, la querencia que nos une al Perú es un cordón umbilical, que alimenta, sostiene y empuja a defenderlo de todo aquel que pretende someterlo una vez más […]
Aún recuerdo a mi bisabuela Felicia y a Zenobia, la mujer que me cuidaba, rechonchita y reilete, de cabellos negros que parecían rizados con fuego, convocando a todos los pobladores de la cocina para la faena de una mañana. Seleccionaban tomates, los lavaban, les quitaban sus penachos y los metían al ollón. Colocaban en el patio de la ladrillera dos enormes peroles: uno lleno de tomates y el otro con frascos de vidrio que hervían lentamente para esterilizarlos. […]
Para cuando seas capaz de leer estas palabras es muy probable que solo conozcas tu barrio, el barrio de tus abuelos, la zona del colegio en el que estudies y tal vez también los lugares a los que hayamos podido viajar juntos. Para cuando puedas leer y comprender en toda su dimensión cada una de las palabras que en este momento escribo, espero que tu barrio, el de tus abuelos y cada uno de los lugares que hemos conocido juntos, sean muy diferentes a lo que son hoy. […]
Hoy quiero hablarles de Magdalena, donde vivo con mi esposo Ronald y mi hijita Amelie (La «e» no se pronuncia). Vivimos en la calle San Martín. Con mi hija salimos todos los días rumbo al colegio, pero ya que ambas estamos de vacaciones, hoy vamos a visitar a mi mamá y vamos a aprovechar para […]
He aprendido a cultivar la práctica constante de reconocerme en el espejo. Soy mujer y terapeuta. Además, como paciente, llevo ya varios años de experiencia viajando en profundos procesos emocionales y de autoconocimiento. Por lo tanto, responder la pregunta “¿Quién es esta persona que veo frente al espejo?” debería ser fácil, ¿no?, pero una cosa es sincerarte contigo misma y otra muy distinta es hacerlo frente a lectores desconocidos que, además, intentas mantener interesados. ¡Gran reto por delante! […]
Ella, una adolescente gordita a la que le habían crecido unas tetas inmensas durante el verano, acababa de cumplir trece años. «No te preocupes, hija, está en la edad del patito feo. Ya después adelgazará» le escuchó decirle a su tía que hablaba con su madre. Su madre vivía preocupada, pues su única hija mujer estaba subida de peso y las blusas del colegio del año anterior ya no le cerraban. Además, las tetas grandes que precozmente había desarrollado llamaban la atención de los hombres. «Ay, hija, ojalá. Dios te oiga» contestó su madre. «Pero es que esta chica no entiende cuando le digo que deje de comer. El otro día le encontré una caja de panetón vacía debajo de la cama». […]
Cómo plasmar en tantas letras una carta por los 200 años de independencia del Perú, cuando siento un nudo en la garganta, el nudo que sostiene mi historia que hoy estoy dispuesta a desatar y mientras tiro de ella recuerdo las veces que me dijeron “cállate” o “ya pasará” y nunca pasa, se queda en el alma que llora por dentro mientras que otras personas se beneficien de ese silencio […]
El pasado pisado, dicen. Pero si tuvieras la oportunidad real de cambiarlo, ¿qué cambiarías? ¿Lo has pensado? Lo despertó el incesante sonido metálico de una impresora, o al menos ese era el sonido más parecido que podía encontrar para describirlo. “Buenas tardes, señor López, lo estábamos esperando”. Lo saludó un hombre que vestía una bata […]